experiencia tsr fonoaudiología
¿Eres fonoaudiólogo y participaste de TSR? Envíanos tu "Experiencia TSR" al correo [email protected] junto a una foto, y podrás ayudarnos a que nuevos voluntarios puedan encantarse con el proyecto!
Tamara Gutiérrez Tobar
Fonoaudióloga Universidad de Chile
Ex Coordinadora de Fonoadiología y Ex delegada de Formación
Cuando me preguntan acerca de TSR, inmediatamente se vienen a mi cabeza miles de sentimientos geniales. Comencé a ir a TSR el año 2010 como voluntaria de fono, mis expectativas en realidad no estaban claras, solo quería ver de qué se trataba, en ese instante la carrera no estaba muy insertada dentro del equipo de trabajo y éramos pocos, de todas formas quedé enamorada del proyecto, aprendí mucho de mis compañeras más grandes y de todos los demás voluntarios de las distintas carreras. Además de eso volví a Santiago emocionada y llena del cariño de la gente de las localidades que visitamos.
Después de eso, me uní más al equipo de trabajo central y comencé a coordinar la carrera de Fono, presentamos el proyecto a la Escuela de Fono y recibimos mucho apoyo, desde ahí la carrera comenzó a crecer dentro de los Trabajos Voluntarios y más fonos quisieron vivir la experiencia TSR.
En cada versión de TSR el proyecto crece, lo que uno aprende y lo que siente que le deja a la comunidad es tremendo.
Siento que cada versión de TSR a la que asistí me sirvió para darme cuenta de cómo es la vida fuera de Santiago, las dificultades que existen en la salud rural, también me ayudó a conocer cómo trabajan las personas de otras carreras, valorar el trabajo de cada uno y también construir entre todos mejores ideas acerca de mejorar las falencias.
Dentro de mi vida profesional ha sido valorado el hecho de haber participado en voluntariados, ya que para muchos empleadores eso es signo de empatía social y experiencia con trabajo en equipo, creo que es un plus que no todos los profesionales pueden mencionar.
Finalmente, solo me queda recomendar la experiencia TSR ya que tienen mucho que ganar, aparte de conocimientos, amigos, contactos profesionales, un buen currículum, etc. Lo que más se gana es hacerse mejor ser humano al conocer y compartir la realidad de un otro que cree que necesita cosas pero que te entrega mucho más de lo que te pudiste imaginar.
Fonoaudióloga Universidad de Chile
Ex Coordinadora de Fonoadiología y Ex delegada de Formación
Cuando me preguntan acerca de TSR, inmediatamente se vienen a mi cabeza miles de sentimientos geniales. Comencé a ir a TSR el año 2010 como voluntaria de fono, mis expectativas en realidad no estaban claras, solo quería ver de qué se trataba, en ese instante la carrera no estaba muy insertada dentro del equipo de trabajo y éramos pocos, de todas formas quedé enamorada del proyecto, aprendí mucho de mis compañeras más grandes y de todos los demás voluntarios de las distintas carreras. Además de eso volví a Santiago emocionada y llena del cariño de la gente de las localidades que visitamos.
Después de eso, me uní más al equipo de trabajo central y comencé a coordinar la carrera de Fono, presentamos el proyecto a la Escuela de Fono y recibimos mucho apoyo, desde ahí la carrera comenzó a crecer dentro de los Trabajos Voluntarios y más fonos quisieron vivir la experiencia TSR.
En cada versión de TSR el proyecto crece, lo que uno aprende y lo que siente que le deja a la comunidad es tremendo.
Siento que cada versión de TSR a la que asistí me sirvió para darme cuenta de cómo es la vida fuera de Santiago, las dificultades que existen en la salud rural, también me ayudó a conocer cómo trabajan las personas de otras carreras, valorar el trabajo de cada uno y también construir entre todos mejores ideas acerca de mejorar las falencias.
Dentro de mi vida profesional ha sido valorado el hecho de haber participado en voluntariados, ya que para muchos empleadores eso es signo de empatía social y experiencia con trabajo en equipo, creo que es un plus que no todos los profesionales pueden mencionar.
Finalmente, solo me queda recomendar la experiencia TSR ya que tienen mucho que ganar, aparte de conocimientos, amigos, contactos profesionales, un buen currículum, etc. Lo que más se gana es hacerse mejor ser humano al conocer y compartir la realidad de un otro que cree que necesita cosas pero que te entrega mucho más de lo que te pudiste imaginar.
María Teresa Bertucci
Fonoaudióloga
Ex Coordinadora Fonoaudiología TSR
Trabajando como voluntaria y coordinadora de carrera en TSR aprendí muchísimo. No sólo acerca de la realidad de la salud en lugares donde los recursos no llegan con facilidad (lo cual abre bastante los ojos), sino acerca del trato con los demás, de la riqueza de poder trabajar codo a codo con otros estudiantes/profesionales de la salud que están comprometidos con su trabajo y con gente que, como yo, esperaban con ilusión convertirse en fonoaudiólogos.
Antes de TSR, había tenido poco o nada de trabajo práctico. El hecho de comenzar a atender pacientes en terreno me hizo concretar lo que estaba dando vueltas en mi cabeza (muchísima teoría) y confirmar que había elegido la carrera correcta para mí. Trabajar con un equipo multidisciplinario, así como con estudiantes de mi carrera organizando la atención y los talleres, sacó a relucir competencias que no sabía que tenía (el poder de organización, liderazgo, trabajo en equipo y empatía). Sin duda me enriquecí inmensamente al trabajar con mi equipo y el staff de TSR, y no sólo profesionalmente, sino que en forma personal también.
Conocí a gente maravillosa en el camino. Personas genuinamente buenas, a las que aún llamo mis amigos y con quienes compartí momentos muy bonitos, así como bastante estresantes (sobre todo al trabajar como jefa de comunidad). Eso nunca se olvida y creo que es parte importante de quien soy ahora.
Ahora, cuando ya soy profesional y dejé la coordinación y el voluntariado, puedo decir que me siento más preparada para el mundo laboral y más preparada para la “vida real”, y sé que gran parte de eso lo aportaron los Trabajos de Salud Rural.
Fonoaudióloga
Ex Coordinadora Fonoaudiología TSR
Trabajando como voluntaria y coordinadora de carrera en TSR aprendí muchísimo. No sólo acerca de la realidad de la salud en lugares donde los recursos no llegan con facilidad (lo cual abre bastante los ojos), sino acerca del trato con los demás, de la riqueza de poder trabajar codo a codo con otros estudiantes/profesionales de la salud que están comprometidos con su trabajo y con gente que, como yo, esperaban con ilusión convertirse en fonoaudiólogos.
Antes de TSR, había tenido poco o nada de trabajo práctico. El hecho de comenzar a atender pacientes en terreno me hizo concretar lo que estaba dando vueltas en mi cabeza (muchísima teoría) y confirmar que había elegido la carrera correcta para mí. Trabajar con un equipo multidisciplinario, así como con estudiantes de mi carrera organizando la atención y los talleres, sacó a relucir competencias que no sabía que tenía (el poder de organización, liderazgo, trabajo en equipo y empatía). Sin duda me enriquecí inmensamente al trabajar con mi equipo y el staff de TSR, y no sólo profesionalmente, sino que en forma personal también.
Conocí a gente maravillosa en el camino. Personas genuinamente buenas, a las que aún llamo mis amigos y con quienes compartí momentos muy bonitos, así como bastante estresantes (sobre todo al trabajar como jefa de comunidad). Eso nunca se olvida y creo que es parte importante de quien soy ahora.
Ahora, cuando ya soy profesional y dejé la coordinación y el voluntariado, puedo decir que me siento más preparada para el mundo laboral y más preparada para la “vida real”, y sé que gran parte de eso lo aportaron los Trabajos de Salud Rural.
Camila Fortini Cabello
Estudiante de fonoaudiologia UC
Ex Coordinadora fonoaudiología TSR
Es difícil poder plasmar tantas experiencias en unas cuantas líneas, pero lo cierto es que cada una de ellas fue especial y única; cada una de ellas me ayudó a forjar un camino lleno de sorpresas y aprendizajes que, sin duda, me guiaron para ser mejor persona y futura profesional.
Han sido años de recorrer distintas localidades rurales al lado de personas maravillosas, construyendo, codo a codo, un proyecto que busca mejorar la situación en salud en la que viven tantas personas a lo largo del país. Jamás imaginé que la decisión que tomé, cuando recién iba en mi primer año de universidad, me acompañaría hasta la actualidad. Hoy, que ya me encuentro realizando mi práctica, puedo decir con certeza lo mucho que aprendí a lo largo de los años asistiendo a TSR: aprendí la labor de los compañeros de otras carreras y con ello, a trabajar en equipo; aprendí a tratar con personas y no con pacientes, mientras me impregnaba de una nueva realidad que, al menos en mi carrera, no suele abordarse con frecuencia en la universidad; aprendí a ser líder y a darme cuenta que con convicción, fuerza de voluntad e idealismo se pueden lograr muchas cosas; aprendí en la práctica lo que es ser asertiva, empática y proactiva y que no es tan fácil como uno cree; aprendí a equivocarme y a lidiar con la frustración cuando las cosas no salían como esperaba; aprendí que a veces las soluciones no están en nuestras manos, pero que el solo hecho de querer hacer un cambio, puede transformar por completo una realidad; aprendí a dar sin querer recibir y a recibir más de lo que pude dar; aprendí que a veces uno aprende más de lo que va a enseñar y lo feliz que puedes llegar a ser con eso.
No digo que todo ha sido fácil y bonito, porque como todo en la vida, hay momentos en los que lloré, tuve rabia y me sentí sobrepasada e inútil; pero fueron esos mismos sentimientos los que me impulsaron a dar más de mí y superar las adversidades cuando estas se presentaron. Sin embargo, fueron las risas, los éxitos, el apoyo, los amigos, los compañeros, las alegrías, las personas, los lugares y las cosas gratas las que más me marcaron y me hicieron crecer. No me arrepiento de nada de lo que me ha tocado vivir en este lindo voluntariado.
Es triste saber que muy pronto TSR será solo un recuerdo y que ya no podré asistir porque se va a cumplir un ciclo, pero sin duda espero que sean muchos más los fonitos que se comprometan con la salud rural, con su vocación y con sus ganas de ser grandes personas y futuros profesionales.
Estudiante de fonoaudiologia UC
Ex Coordinadora fonoaudiología TSR
Es difícil poder plasmar tantas experiencias en unas cuantas líneas, pero lo cierto es que cada una de ellas fue especial y única; cada una de ellas me ayudó a forjar un camino lleno de sorpresas y aprendizajes que, sin duda, me guiaron para ser mejor persona y futura profesional.
Han sido años de recorrer distintas localidades rurales al lado de personas maravillosas, construyendo, codo a codo, un proyecto que busca mejorar la situación en salud en la que viven tantas personas a lo largo del país. Jamás imaginé que la decisión que tomé, cuando recién iba en mi primer año de universidad, me acompañaría hasta la actualidad. Hoy, que ya me encuentro realizando mi práctica, puedo decir con certeza lo mucho que aprendí a lo largo de los años asistiendo a TSR: aprendí la labor de los compañeros de otras carreras y con ello, a trabajar en equipo; aprendí a tratar con personas y no con pacientes, mientras me impregnaba de una nueva realidad que, al menos en mi carrera, no suele abordarse con frecuencia en la universidad; aprendí a ser líder y a darme cuenta que con convicción, fuerza de voluntad e idealismo se pueden lograr muchas cosas; aprendí en la práctica lo que es ser asertiva, empática y proactiva y que no es tan fácil como uno cree; aprendí a equivocarme y a lidiar con la frustración cuando las cosas no salían como esperaba; aprendí que a veces las soluciones no están en nuestras manos, pero que el solo hecho de querer hacer un cambio, puede transformar por completo una realidad; aprendí a dar sin querer recibir y a recibir más de lo que pude dar; aprendí que a veces uno aprende más de lo que va a enseñar y lo feliz que puedes llegar a ser con eso.
No digo que todo ha sido fácil y bonito, porque como todo en la vida, hay momentos en los que lloré, tuve rabia y me sentí sobrepasada e inútil; pero fueron esos mismos sentimientos los que me impulsaron a dar más de mí y superar las adversidades cuando estas se presentaron. Sin embargo, fueron las risas, los éxitos, el apoyo, los amigos, los compañeros, las alegrías, las personas, los lugares y las cosas gratas las que más me marcaron y me hicieron crecer. No me arrepiento de nada de lo que me ha tocado vivir en este lindo voluntariado.
Es triste saber que muy pronto TSR será solo un recuerdo y que ya no podré asistir porque se va a cumplir un ciclo, pero sin duda espero que sean muchos más los fonitos que se comprometan con la salud rural, con su vocación y con sus ganas de ser grandes personas y futuros profesionales.